En primer lugar el cambio de las condiciones laborales nos ha puesto a tope de alumnos y de horas. Los antiguos huecos tan útiles para preparar clases, corregir exámenes, preparar materiales, laboratorios e incluso para tomar un café son cosa del pasado…(¿qué profesión no permite tomar un café a media mañana a quién la realiza?…¿submarinista quizás?) Pero esas labores hay que seguir haciéndolas…y cuando hacemos eso…EN CASA señores, en casa…en lo que tan socorridamente se ha llamado tiempo libre. Para mí las tardes son momentos de trabajo de oficina
Pero eso no es todo …NO hijo no... La revolución educativa de la que me siento partícipe y actor implicado me ha llevado aun más lejos en mi vocacional labor. Paso horas buscando recursos en internet, mirando las actividades de la plataforma contratada por mi centro para iniciar el cambio al libro digital, corrigiendo las actividades que los chicos mandan a la plataforma (que antes las corregíamos juntos en clase), imaginando nuevos materiales más o menos, atractivos y motivadores para enganchar a un alumnado cada vez más frustrado con esta escuela tan anquilosada y apolillada que tenemos.
Sí señores sí,… estoy agobiado, extresado y, por qué no decirlo…CABREADO así que la próxima vez que un vecino me eche en cara que él no tiene tanas vacaciones como yo le diré que…..SOY MUY AFORTUNADO…porque la verdad es que así lo creo.
Un saludo compis.
ELPROFENACHO
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